En medio de una escalada inflacionaria que no da tregua y golpea cada rincón del país, el Gobierno nacional lanzó una convocatoria urgente: el Consejo del Salario se reunirá el 29 de abril de 2025 para definir el nuevo Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM).

La cita, que se realizará de manera virtual, no es solo un trámite burocrático: es una pulseada decisiva que impactará directamente en el bolsillo de millones de argentinos, incluidos los habitantes de Ituzaingó, Corrientes, donde cada ajuste se siente en la mesa familiar y en el día a día de la comunidad.
La última vez que se discutió el salario mínimo, en diciembre de 2024, el acuerdo entre empresarios y sindicatos fue imposible. El Gobierno intervino y fijó, por decreto, un piso salarial que fue escalando mes a mes: $279.718 en diciembre, $286.711 en enero, $292.446 en febrero y $296.832 en marzo. Para los trabajadores jornalizados, el valor por hora subió a $1.484 en Marzo.

Sin embargo, estos aumentos quedaron rezagados frente a una inflación que, según consultoras, ya supera el 4% mensual y erosiona el poder adquisitivo a una velocidad alarmante.
La reunión del Consejo no es solo una mesa de negociación. Es el escenario donde se define si los salarios podrán ponerse al día con los precios, si las familias de Ituzaingó podrán afrontar la suba del supermercado, el alquiler, el transporte y la salud.

El SMVM no solo marca el piso para los trabajadores registrados: también es referencia para informales y para las prestaciones sociales, como el seguro de desempleo, que también será revisado en esta sesión.

En Ituzaingó, como en todo el país, la expectativa es enorme. ¿Habrá acuerdo esta vez o el Gobierno volverá a decidir por decreto? ¿El nuevo salario mínimo alcanzará para cubrir las necesidades básicas?.
La respuesta, que se conocerá en horas, puede cambiar la realidad de miles de vecinos que sienten que cada peso vale menos y que el esfuerzo de cada jornada se esfuma ante la inflación.

La cita del 29 de abril no es solo una fecha en el calendario: es una encrucijada que puede marcar el rumbo de la economía familiar en Ituzaingó y en toda Argentina. Porque detrás de cada número, hay historias, hay sueños y hay una lucha cotidiana por llegar a fin de mes.