La salida del cepo y la incertidumbre cambiaria perjudicaron la actividad y el consumo en Abril

Abril llegó a Ituzaingó, Corrientes, con la promesa de un nuevo comienzo. El Gobierno nacional, decidido a dejar atrás años de restricciones, levantó el cepo cambiario y abrió la puerta a un mercado de dólares más libre, generando esperanza y ansiedad en igual medida en los barrios de San Jorge, 1000 Viviendas y Mbatará.

La salida del cepo y la incertidumbre cambiaria perjudicaron la actividad y el consumo en Abril

Por primera vez en mucho tiempo, las familias pudieron mirar al futuro sin el peso de las viejas trabas, pero la incertidumbre no tardó en colarse por las ventanas.

En las calles de Ituzaingó, el clima era de expectativa contenida. Los vecinos, acostumbrados a hacer cuentas cada vez que iban al almacén o la ferretería, sintieron el golpe de la incertidumbre. ¿Subirá el dólar? ¿Qué pasará con los precios?.

La salida del cepo trajo consigo una calma tensa

La salida del cepo, lejos de ser un alivio inmediato, sembró dudas: la demora del acuerdo con el FMI y los rumores sobre posibles devaluaciones obligaron a muchos a apretarse el cinturón y postergar compras importantes.

Los comercios de Barrio San Jorge y las despensas de 1000 Viviendas vieron cómo la gente compraba solo lo imprescindible. Las ventas de alimentos, ropa y artículos del hogar cayeron, y el impulso de consumo que se había sentido en marzo se frenó en seco.

La caída fue pareja en casi todos los rubros: desde la perfumería hasta la marroquinería, solo las farmacias lograron esquivar el bajón, y apenas por un margen mínimo.

ventas minoristas de las pymes

En Barrio Mbatará, las charlas en la vereda giraban en torno al dólar, la inflación y el futuro incierto. Los comerciantes, que habían apostado a una recuperación, notaron que la gente prefería ahorrar “por si acaso”, y que el consumo se amesetó.

Las expectativas de mejora quedaron en suspenso, a la espera de señales más claras desde Buenos Aires.

La paradoja fue evidente: mientras el Gobierno celebraba la estabilidad del dólar y una inflación que, si bien alta, era menor que la de meses anteriores, la economía real de los barrios sentía el impacto de la desconfianza.

compra postergada

Las ventas minoristas de las pymes, aunque crecieron interanualmente, mostraron una baja respecto al mes anterior, reflejando un consumo retraído y temeroso.

La historia de abril en Ituzaingó es la de una comunidad que, como el resto del país, espera una recuperación que no termina de llegar. La salida del cepo trajo consigo una calma tensa, donde la esperanza convive con el miedo a lo desconocido.

En San Jorge, 1000 Viviendas y Mbatará, la pregunta sigue flotando en el aire: ¿cuándo volverá el impulso, cuándo volverá la confianza? Porque en cada compra postergada, en cada peso guardado “por si acaso”, late la incertidumbre de un país que aún busca su rumbo.

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